En el año 2018 cumplimos uno de nuestros sueños que era hacer un road trip por el país nórdico de Dinamarca. En esta entrada te vamos a contar los lugares que visitamos, en que orden lo hicimos, los días que estuvimos en cada una de estas bonitas localizaciones y, también, donde nos alojamos. Nos hubiera encantado que esta aventura hubiera durado mucho más tiempo pero creemos que, en los 8 días que estuvimos, cubrimos muchos de los puntos más importantes del país.
Día 1
Como muchos ya saben nosotros vivíamos en Londres cuando realizamos este viaje así que cogimos un avión desde la capital británica en dirección a Dinamarca. El avión de la compaña Ryanair nos llevó desde el Aeropuerto Internacional de Luton hasta la primera ciudad que visitamos, Aalborg, en el norte del país. A la ciudad de Aalborg sólo le pudimos dedicar una tarde, pero aún así pudimos pasear por su casco histórico y disfrutar de unas vistas increíbles del puerto mientras caía sobre nosotros una suave nevada. Esta ciudad no tiene realmente mucho que ver y se recorre bastante rápido. Nosotros destacaríamos la iglesia de San Botulfo, el castillo de Aalborghus y la calle de Østeraagade, que lleva hasta la orilla del fiordo. Si te apetece algo más alternativo, recomendamos que eches un vistazo al barrio de Vestbyen y sus murales de grafiti pintados en varias fachadas.
Nuestro alojamiento para esta noche fue un bonito apartamento a 20 minutos andando del centro que alquilamos a través de la web Airbnb pero, lo sentimos, ya no está disponible. Aun así hay muchos alojamientos interesantes anunciados en esta ciudad por lo que encontrar un lugar agradable para pasar la noche no será complicado.
Día 2
Al día siguiente nuestros planes eran visitar el extremo norte de Dinamarca. Este lugar se llama Skagen y se trata de una lengua de arena la cual es el punto situado más al norte del país. Desafortunadamente, debido a que el pronóstico de nieve pintaba bastante mal por esa zona, descartamos esta visita y decidimos dirigirnos rumbo sur.
Pero antes de despedirnos de Aalborg nos acercamos hasta Lindholm Høje, uno de los cementerios vikingos más grandes del país situado a las afueras de la ciudad cuya visita no debe faltar.
Nuestra siguiente parada fue el pueblecito de Mariager. Un lugar encantador por el que pasear y disfrutar de sus calles empedradas y sus casas con fachadas de colores. Después de una escueta parada en este pueblo salido de un cuento nos dirigimos a la ciudad de Aarhus. A esta ciudad le dedicamos una sola tarde pero os recomendamos al menos un día completo porque nos quedaron algunas cosas por ver, ya que en inverno todo cierra muy pero que muy temprano.
El alojamiento de esa noche fue un Bed & Breakfast llamado Downstairs-Vejle, en el pequeño pueblo de Vejle. Sólo tiene 4 habitaciones y el baño es compartido pero tiene una cocina muy grande con todo lo necesario para cocinar tu propia comida y un salón-comedor con zona de juegos, además de un solárium con zona de lectura y unas vistas preciosas. Los dueños del alojamiento viven justo encima así que si necesitas cualquier cosa los tienes ahí y tenemos que decir que son muy amables. Este alojamiento lo reservamos a través de booking.com y nos costó unos 54 euros la noche.

Día 3
Nos subimos al coche bien temprano (bueno, no tan temprano. ¿A quién pretendemos engañar?) y nos dirigimos a la localidad de Jelling donde pudimos encontrar las Piedras de Jelling. Estas son las inscripciones rúnicas más importantes de Dinamarca y se encuentran junto a los túmulos mortuorios del rey Gorm de Dinamarca y su esposa. Justo enfrente se encuentra un museo gratuito donde puedes aprender un poco más acerca de los vikingos, sus costumbres y las inscripciones rúnicas.
Nuestra siguiente parada fue una de las ciudades mas antiguas de Dinamarca: Ribe. Es una ciudad medieval con muchísimo encanto en cada una de sus calles. Perderte por sus callejuelas es casi imposible ya que todas están orientadas a la catedral situada justo en el centro de la ciudad. Lo que más nos gustó de todo lo que hicimos en Ribe fue subir a la torre de de la catedral donde nos quedamos con la boca abierta frente a unas vistas espectaculares. Desde allí arriba pudimos entender mejor la localización tan singular de esta ciudad entre las marismas que la rodean.
Pusimos rumbo a nuestro próximo alojamiento, esta vez en la ciudad de Odense donde pasaríamos dos noches. Esta habitación la alquilamos, una vez más, a través de Airbnb. En el anuncio ponía que el alojamiento era compartido con la propietaria pero en nuestro caso estuvimos nosotros solos. Bueno… con el gato. El cual es un amor.

Día 4
El cuarto día lo dedicamos por completo a la ciudad de Odense, situada en la isla de Fionia. Durante este frío día tuvimos la suerte de poder pasear por las calles de la ciudad casi solitos. Es un lugar sacado de un cuento, sobre todo, su casco histórico donde se encuentra la casa convertida en museo del famoso escritor Hans Crhistian Andersen. Este escritor y poeta es muy conocido por sus cuentos para niños como El patito feo, La sirenita y La reina de la nieves, los cuales hemos podido disfrutar en la gran pantalla gracias a Disney. Nosotros no entramos al museo ya que no nos parecía tan interesante como para pagar la costosa entrada, pero si que nos maravillamos paseando por esos rincones llenos de magia.
Otro de los puntos de interés de esta ciudad es la catedral de San Canuto, patrón de Dinamarca. Esta catedral es un ejemplo del estilo gótico en este país y una de las más grandes. Justo al lado se encuentra el jardín botánico que, en pleno invierno, no luce sus mejores galas pero nos sorprendió con sus canales congelados, los cuales nos tentaron muchísimo a cruzarlos andando.

Día 5
Próxima parada: la ciudad de Roskilde, la cual se encuentra en la isla de Selandia. Para llegar hasta esta isla por carretera, hay que cruzar un enorme puente de 1,62 kilómetros de largo.
Una vez llegamos a Roskilde ¿qué podemos decir? Esta ciudad es preciosa y no podemos más que recomendarla pero vamos a destacar sólo dos puntos de ella: su catedral y el museo vikingo.
La Catedral de Roskilde, construida en ladrillo rojo, forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad desde el año 1995. En ella se encuentran las tumbas de la mayoría de los reyes y reinas del país. En esta catedral se venera a San Lucio del cual se custodia su cráneo, que es considerado una reliquia santa. Para visitarla hay que pagar una entrada de 8 euros pero de verdad que merece la pena. Aparte de lo bonita que es por dentro hay varias zonas que visitar como un museo, la cripta y un curioso reloj de época medieval. Se trata de un reloj astronómico que indica la posición del Sol y la Luna y, a cada hora, se pone en movimiento. Una de las figuras que se mueven es la de San Jorge que ataca a un dragón el cual emite sonidos (producidos por un ingenioso mecanismo y un fuelle) con cada movimiento.
Después de esta interesante visita nos dirigimos al Museo Vikingo situado a la orilla del fiordo. El paseo desde la catedral al fiordo es de unos 15 minutos por un sendero rodeado de árboles y un bonito riachuelo. El precio de la entrada al museo es elevada pero las labores de reconstrucción e investigación que se llevan a cabo son impresionantes ya que reconstruyen los barcos vikingos siguiendo las técnicas que se utilizaban antiguamente. En el museo se pueden observar 5 barcos vikingos hundidos y rescatados del siglo XI. Durante el verano sacan las reconstrucciones al mar y puedes darte un paseo en uno de estos fascinantes buques.

Día 6
Y ahora rumbo a la ciudad de Hillerød. El motivo principal de visitar este lugar es su castillo, donde pasamos casi todo el día. El Castillo de Frederiksborg es un edificio sacado de un cuento de hadas rodeado de preciosos jardines con un lago, tejados verdes que le dan un toque mágico, y muchísimas habitaciones que explorar. A este lugar se le conoce como el Versalles de Dinamarca.

Después de la visita a este castillo pusimos rumbo a nuestra ultima etapa del viaje: la ciudad de Copenhague.
Nuestras ultimas 3 noches las pasamos en el Hotel Absalon, el cual reservamos con booking.com. Está muy bien localizado, cerquita de la estación de trenes, y el precio por noche rondaba los 60 euros.
Día 7
De Copenhague tenemos tantas cosas que contar que mejor lo haremos en otra entrada. Pero lo que sí que os vamos a decir es que nos encantó. Antes de ir pensábamos que no sería para tanto pero una vez allí descubrimos que es una ciudad preciosa que merece muchísimo la pena para, aunque solo sea, una escapada.
Uno de los lugares más mágicos de esta ciudad es el Parque Tivoli, el segundo parque de atracciones más antiguo del mundo. Cuando nosotros lo visitamos estaba decorado con motivos navideños y era fascinante. Hay diferentes modalidades de entrada, puedes pagar una entrada sólo para pasear por el parque y luego pagar las atracciones de manera individual o comprar un pase que incluye la entrada y todas las atracciones que desees. Nosotros lo pasamos mejor que los niños pequeños. ¡Fue un auténtica gozada!
Tampoco podemos dejar de mencionar el pintoresco puerto de Nyhavn, la estatua de La Sirenita, o el Kastellet (una antigua fortaleza militar). ¡Copenhague tiene muchísimo que ofrecer y no defrauda!

Esperamos que te haya sido útil el itinerario que realizamos para haceros una idea de las distancias que recorrimos, cuantas cosas se pueden visitar en un día, precios… Pero eso sí, ten en cuenta que si vas en verano hay muchas más actividades para hacer, las atracciones turísticas cierran más tarde y hay lugares que sólo abren en esta época. Si quieres saber cuanto nos costó este viaje no te pierdas esta entrada donde damos todos los detalles. ¡Y si quieres armar tu propio road trip no te pierdas esta otra entrada donde damos varios consejos para que todo salga de 10! Con todo esto dicho, muchas gracias por estar ahí y no olvides que puedes disfrutar de los vídeos de esta bonita y fría aventura en nuestro canal de YouTube, donde ampliamos mucha información.
Muchas gracias, Silvia (e Ismael) por vuestros vídeos tan prácticos y cercanos, y por los comentarios en el blog. Casi, casi, disfrutamos con ellos tanto como si fuéramos nosotros los que viajamos.
Tenemos una duda: en el viaje a Dinamarca, hemos visto que habéis pasado bastante frío, ¿en qué fechas fuisteis?
Gracias de nuevo.
Saludos,
Javier
Muy buenas Javier;
¡Muchísimas gracias por tu comentario y nos encanta que os gusten los vídeos y la página!
Nuestra visita invernal a Dinamarca fue a mediados de Febrero el año pasado. Fue una pequeña locura ya que había bastante temporal por el Reino Unido, que es donde vivimos, pero ya lo habíamos planeado y nos hacia ilusión así que seguimos adelante con la aventura. Si que es verdad que un viaje a este país se puede disfrutar muchísimo mas en verano ya que los sitios abrirán hasta mas tarde y hay muchos otros sitios que solo abren en la temporada de primavera-verano. Pero aun así, nos encanto la experiencia de visitar estos lugares en invierno y estamos seguros de que volveremos a este país tan bonito.
¿Cuando tenéis pensado hacer el viaje?
Un abrazo
Ismael y Silvia
Dudamos entre la primavera (Semana Santa) y el verano del año que viene, pero tras vuestro comentario, mejor para el verano. Dinamarca es uno de esos países que no están en la lista de los típicos destinos que, por muy bellos que sean, están tan masificados que detesto ir.
Un abrazo,
Javier