La gastronomía lusa es muy variada y absolutamente exquisita, de eso, no hay la menor duda. Pero, en cuanto a dulces se refiere hay unos que no tienen rival: los irresistibles Pastéis de Belém. Estas deliciosas tartaletas de hojaldre y crema pastelera son los pasteles más famosos de todo el país y sus confiterías una parada obligatoria si visitas la capital de Portugal.
Aunque a priori la gente suele pensar que los Pastéis de Belém y los Pastéis de Nata son lo mismo, nada más lejos de la realidad. Te contamos por qué.
Los auténticos Pastéis de Belém.
Un poco de historia
Hay que trasladarse a principios del siglo XIX, hasta el actual barrio de Belém en Lisboa. Muy cerquita del Monasterio de los Jerónimos existía entonces una refinería de caña de azúcar asociada al monasterio. A consecuencia de la Revolución Liberal, el convento y la factoría fueron cerrados en 1834. Habiendo expulsado a los trabajadores de la refinería y el Clero, como último intento de supervivencia, alguien del monasterio puso a la venta unos pequeños pasteles que llamó “Pastéis de Belém”.
Por aquel Belém quedaba algo lejos del centro de Lisboa pero, gracias al majestuoso monasterio y a la belleza de la Torre de Belém, los visitantes eran habituales en la zona.
Tampoco tardaron mucho en acostumbrarse a acompañar el paseo mientras saboreaban uno de estos deliciosos manjares. Fue tres años después de su invención cuando se inició la fabricación de estos pasteles en las antiguas instalaciones anexas a lo que antes fue la refinería.
Según cuenta la tradición, la deseada receta tiene su origen en el monasterio y muy poca gente conoce su composición. La receta sólo ha sido transmitida entre los maestros pasteleros que los elaboran artesanalmente a diario en el denominado Oficina do Segredo (Oficina del Secreto). Desde entonces la receta ha permanecido inalterable por casi 200 años e imbatible en popularidad. A pesar de que muchos han intentado imitarlos, ninguno ha logrado conseguir el mismo sabor y consistencia al de esta legendaria pastelería portuguesa.
¿Cuál es la diferencia entre Pastel de Nata y Pastel de Belém?
Pastéis de Nata comprados en Reino Unido.
La diferencia entre estas dos delicias es más básica de lo que pudiera parecer. Aunque los dos pasteles lucen prácticamente idénticos y tienen los mismos ingredientes, sólamente los originales y su receta secreta pueden ser llamados Pastéis de Belém.
Además el nombre está patentado por lo que apropiarse de la denominación puede traer consecuencias legales no deseadas. Por ello, los pasteles vendidos a lo largo y ancho de Portugal (y también en el extranjero) se llaman Pastéis de Nata.
Como se suele decir «cada maestrillo tiene su librillo» y todas las elaboraciones tienen su punto propio y están riquísimos. Pero Pastel de Belém sólo hay uno y se encuentra en la pastelería homónima en Rua de Belém nº 84, Lisboa (al lado del Monasterio de los Jerónimos).
Tal es el valor histórico y cultural del Pastel de Belém que, en el año 2011, fue elegido como una de las 7 Maravillas Gastronómicas de Portugal.
Sean los que sean, Pastéis de Nata o de Belém, fríos o calientes, espolvoreados con una fina capa de azúcar glass o de canela, están riquísimos y no puedes dejar de probarlos en tu visita a Portugal.
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Efectivamente, otras confiterías han intentado imitarlos, y se pueden encontrar prácticamente en todo Portugal. Los he probado en todas partes; por ejemplo, en Lisboa en la Pastelaria Suiça (plaza de Rossio) que es lo más de lo más, cuestan un pastón…y ni punto de comparación con los originales, por lo que creo que lo de la formula secreta debe ser verdad. Hay que comerlos allí y en el momento; no solo porque están recién hechos, por la canela que te ponen en la mesa para acompañarlos, por el ambiente, etc. sino porque pierden mucho con el menor paso del tiempo.(¿Se me nota mucho que soy un fanático de esta pastelería?)
Qué ricos esos pasteles! Los hacen en una confitería cerca de mi casa y están de vicio! Tendré que porbar los originales :O
Yo creo que cuando estuve en Lisboa si no me comi 30 pasteles de nata no me comi ninguno jaja
Pocos me parecen… Están deliciosos jajaja Un saludo!
Efectivamente, otras confiterías han intentado imitarlos, y se pueden encontrar prácticamente en todo Portugal. Los he probado en todas partes; por ejemplo, en Lisboa en la Pastelaria Suiça (plaza de Rossio) que es lo más de lo más, cuestan un pastón…y ni punto de comparación con los originales, por lo que creo que lo de la formula secreta debe ser verdad. Hay que comerlos allí y en el momento; no solo porque están recién hechos, por la canela que te ponen en la mesa para acompañarlos, por el ambiente, etc. sino porque pierden mucho con el menor paso del tiempo.(¿Se me nota mucho que soy un fanático de esta pastelería?)
Noooo! No se nota casi! jajaja Nosotros también somos unos adictos a estos pasteles, tanto que ya nos da igual quien los fabrique! Un saludo
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